¿Cuándo no debemos dejar a una persona con alzhéimer sola?

La enfermedad de Alzheimer, hace parte de la vida actual. Aún no tiene cura y es el tipo más común de demencia, responsable del 60 al 80% de los casos.
Cuando un familiar recibe el diagnóstico de demencia, muchas dudas y preguntas empezarán a hacer parte de su rutina. Pero si la persona hasta el momento era independiente, seguramente una de las primeras cuestiones es saber si a partir de ahora será seguro dejarla sola.

Por supuesto, cada caso es diferente y dependerá de como de adelantada está la enfermedad de tu familiar.

Lo más normal es que durante las etapas iniciales, las personas con alzhéimer puedan vivir solas y hacer varias actividades de forma segura sin ningún problema. Pero sabemos que irá empeorando gradualmente, así que seguramente en las etapas consideradas intermedias la persona necesitará ayuda con las actividades de la vida diaria como cocinar, bañarse, arreglarse y vestirse.

Cuando decimos ayuda, no significa que no puedan hacerlo solas, pero según el día y el momento, no lograrán realizar determinadas acciones sin orientación de otros. En esta fase, que antes no es seguro dejar a la persona con demencia por períodos prolongados.

Es el momento en que pasan a necesitar cuidadores que de cierto modo, se aseguren que todo esté en su lugar y de que la persona pueda recibir asistencia oportuna cuando lo requiera.

Para algunas personas, sin embargo, puede NO SER SEGURO dejarlas solas incluso por períodos cortos. La experiencia personal de cuidar te indicará cuándo sí y cuándo no, mucho más que la teoría.

¿Cuándo NO debemos dejar a una persona con alzhéimer sola?

Principalmente cuando haya peligro involucrado, vamos a citar algunos ejemplos:

1 – Si hay riesgo de lesiones
No es solo la mente y la manera de pensar que se verá afectada por la enfermedad, el cuerpo también sufrirá las consecuencias. La falta de equilibrio y desorientación puede aumentar el riesgo de resbalones y caídas que son graves porque pueden causar daños de movilidad permanente, empeorando aún más la calidad de vida de la persona.

2 – Cuando no se pueda responder a emergencias
Si una persona con la enfermedad no tiene la capacidad de responder adecuadamente a las emergencias y actuar rápidamente; puede que no sea prudente dejarla sola. Si notas que ella ya no recuerda determinados procedimientos a seguir o teléfonos a quien llamar en caso de emergencia, no es adecuado dejarla sola.

3 – Cuando haya tendencia a deambular
La deambulación es uno de los síntomas que experimentan las personas en determinadas fases de la enfermedad. Puedes leer más sobre los Peligros de la deambulación aquí.

4 – Alucinaciones
Algunas personas con demencia pueden comenzar a escuchar, ver, oler o incluso saborear cosas que no son reales. Estas situaciones pueden representar peligros reales. Imaginate que la persona ve una sombra en la pared y piensa que es un intruso, puede buscar un cuchillo afilado o un arma y terminar haciéndose daño.

En las últimas etapas de la enfermedad, las personas afectadas se vuelven totalmente dependientes de los cuidadores y del personal médico y pierden la capacidad de vivir de
forma independiente. Es cuando necesitará estar acompañada las 24 horas del día.

Cuando no es posible contar con un cuidador sea familiar o profesional durante todo el tiempo con la persona, muchos optarán por trasladarla a un centro/ residencia donde recibirá la atención profesional que necesita.

Se recomienda realizar una evaluación de necesidades con frecuencia ya que el tipo de atención irá cambiando con el tiempo en función de las etapas de la enfermedad.

Resumiendo, solamente en las fases iniciales es aconsejable dejar una persona con demencia sola. Y aún así el factor seguridad deberá ser primordial.
La casa debe ser preparada para una persona con la enfermedad; Deve-se usar de otros medios como dispositivos de seguridad, red vecinal para que la persona esté más segura.

Antes de decidir si es seguro o no dejar a una persona con la enfermedad sola, evalúa todos los riesgos, incluidos los síntomas que experimentan, los factores ambientales y otras afecciones de salud que pueda tener esta persona.