¿Es posible mantener una actitud positiva mientras cuidas a un familiar con Alzheimer?

Todas las personas que trabajan como cuidadores o que son cuidadores familiares no remunerados viven momentos de desánimo y desilusión. Esto es perfectamente aceptable frente a la realidad de la enfermedad. Aún así muchos asocian el hecho de ser un buen cuidador con lograr mantener una actitud positiva asumiendo este rol. Principalmente cuando hablamos de cuidadores familiares (mira aquí la diferencia entre cuidador formal e informal), cuesta no caer en la negatividad general sabiendo que el cuidado puede durar muchos años.

Partimos de la comprensión de que nadie es positivo siempre. Es muy bonito toda la teoría de vamos a ser positivos y vamos a jugar el juego de estar contentos como «Pollyanna» del libro, pero la vida nos enseña que está bien no actuar siempre así.

Punto 1No es realista esperar que un cuidador sea positivo cada minuto.  Al cuidar a un familiar  con diagnóstico de Alzheimer no todos los días serán iguales. Alégrate y puedes darte el mérito de perseverar en estas difíciles condiciones e incluso de esforzarte por hacer del cuidado un momento más feliz.

El Instituto Nacional de la Salud (National Institutes of Health – NIH) sostienen que los cuidadores tienen respuestas tanto positivas como negativas a su función. Esto no debería sorprendernos porque la mayoría de nosotros experimentamos ambas emociones. Su objetivo parece ser mostrar que el cuidado familiar no es solo una carga; vale la pena y también puede ser edificante.

Aún así si estás pasando por un momento difícil puedes ignorar estos datos. Este tipo de afirmación puede acabar generando más mal que bien ya que el cuidador puede sentirse aún más agobiado y culpable por no ser “positivo” acerca de su experiencia como cuidador todo el tiempo.

Tomar medidas para cuidarse a sí mismo es clave y puede mejorar su perspectiva. Estar bien informado es otro factor importante, prepararse para lo que vas a vivir puede ayudarte a superar los obstáculos con más facilidad.  Lee:  Cómo prepararse para ser un buen Cuidador Familiar

Punto 2: Busca el apoyo social de personas que viven situaciones similares como cuidadores. Esta comprobada la eficacia de los grupos de apoyo para cuidadores tanto en línea como en persona. Sirven también para que aprendas a lidiar con los comentarios negativos de personas que no viven  tu mismo cotidiano. Los grupos  y asociaciones de cuidadores disponen de herramientas y recursos emociones que serán de gran ayuda para enfrentar los días malos.

A seguir te daremos algunas otras posibilidades para enfrentar de forma más positiva esta misión:

Punto 3: Olvídate la perfección.  Muchas veces cuando cuidamos a una persona, sea como madre, padre o hijo que cuida a sus padres, buscamos hacer lo mejor. Pero olvidamos que no siempre será posible y acabamos por absorber una culpa inmerecida. Una forma efectiva de tener una actitud más positiva al cuidar es comprender que la culpa es contraproducente.

Punto 4: Ajusta tus expectativas y vive la realidad.  Infelizmente las enfermedades incurables o terminales no nos permiten soñar con tiempos mejores. El proceso avanza de modo a empeorar en cada fase. Por esto asumir esta cruel realidad sin generar grandes expectativas es la mejor opción. Vive un día a la vez intentando hacer que la vida, dadas sus circunstancias, sea la mejor posible.

Punto 5: Aprenda a decir No a las demandas externas que aumentan su carga.  No siempre podrás hacer lo que los otros desean. Tendrás que definir tu que límites poner. Si hoy consigues salir a tomar un café con tus amigos para desconectar, genial. Pero si esto no es posible, asume que dirás muchos «Nos» y estaría bien estar cercado de personas que entiendan tu realidad y no te critiquen por ello.

Punto 6: Crea un diario. Escribir es una excelente manera de poner orden al caos que la demencia puede generar en la vida de toda la familia. Pero no hablamos aquí de un diario formal y sí de un diario para desahogarse y conseguir ver algo positivo.
Escribe por lo menos cinco minutos al día. Será más provechoso si logras montar una estructura empezando siempre por expresar la parte negativa, explorando las tristezas, frustraciones, enojos o depresión  y luego las emociones positivas de la prestación de cuidados.
Si quieres separa estas partes. Habrá días en que no lo verás claro. Pero fíjate siempre en los pequeños momentos de lucidez, en alguna expresión de tu familiar al escuchar una música o alguna actividad de reminiscencia que os haya agradado, o en los pequeños momentos de calidad donde estarás creando recuerdos.

Esperamos que puedas adaptar estas ideas a tu realidad de cuidador. Recuerda que el simple hecho de cuidar usando la empatía ya es una gran prueba de amor.

Para más informaciones: Health Central

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