¿Cómo equilibras el dilema de tiempo es dinero x Tiempo es Finito?

La semana pasada fue una locura… pero aún así intenté seguir publicando y mantuve de cierta manera lo que tenía programado… pero de manera sutil, la vida a menudo nos invita a reinventarnos, mostrando que no todo en nuestro camino es permanente.

Tuve una crisis de hernia discal como hacía tiempo no tenía… esto significa moverse con mucha dificultad y dolor y lo mínimo posible (¿y por qué te cuento esto aquí?) En un principio, cuando se produce un cambio inesperado, la impresión que tenemos es que hemos perdido tiempo, que hay un montón de cosas por hacer, y nos montamos nuestras historias, y muchas veces entramos en un período de vacío y angustia.

Pero a veces, son estas paradas las que nos obligan a mirarnos y ver qué podemos cambiar, qué podemos mejorar, pues algo no estábamos haciendo bien, nos reconecta con nuestras prioridades.

Hacer cada cosa en el momento adecuado es estar en el presente. Encontrar tu propio ritmo y la velocidad necesaria de las cosas no es fácil.

¿Crees que tu vida está muy acelerada? Yo sí… y por esto te invito a repasar un post que escribimos a principio del año sobre equilibrar el autocuidado con el trabajo.

Es este aquí: Si no deseas sufrir un derrame cerebral, trabaja menos de 55 horas a la semana

Existe esa idea de que tenemos que correr porque el tiempo es dinero (es verdadera y a la vez falsa esta premisa). De hecho, cada vez entendemos que el tiempo se agota, que no es infinito es un recurso que tiene inicio y final. Y por esto… hay que disfrutarlo.

Pero mucha atención: Trabajar no está mal… al revés, son nuestras ocupaciones las que nos mantienen vivos. Pero lo que hay que tener mucho cuidado es con la dedicación de tanto tiempo “solo” para trabajar y las condiciones de trabajo, en resumen: exposición al estrés, trastornos del sueño e inactividad física adecuada. Aquí entra también todo el trabajo de los cuidadores de personas mayores y personal de salud que estos días van más que agotados.

Es “por esta y otras razones” que a veces vale la pena dar aquel tirón de orejas para hacerte una pregunta simple: ¿Te has preocupado de cuidarte hoy? Si todavía no, esta noche, haz algo para ti. ¡Seguro que te lo mereces!

¿Buscas ideas? ¡Aquí las tienes!