Respeta las fases del desarrollo: ¡Niño no es adulto y Anciano no es Niño!

Nuestras publicaciones en general son inspiradas en beneficio del adulto mayor. Pero a veces debemos empezar desde la niñez para entender algunas cuestiones y ponerlas en práctica.

Hoy por ejemplo, es un día importante para hablar sobre esto, porque como cada 20 de noviembre celebramos el Día Universal del Niño. Cada día mundial es una oportunidad que se nos ofrece como punto de partida para llevar a cabo medidas inspiradoras para defender, promover y celebrar los derechos del niño a través de diálogos y acciones que construirán un mundo mejor para estos.

La crisis de la COVID-19 ha resultado ser una crisis mundial en todos los aspectos y aunque las personas mayores están en el foco principal de la cuestión no podemos olvidar cómo la pandemia ha afectado a millones de niños en todo el mundo. Esto porque, de acuerdo con Acnur el Covid-19 ha llevado a la mayor alteración de los sistemas educativos de toda la historia. Más de 1.600 millones de estudiantes se han visto afectados, entre ellos, millones de jóvenes refugiados. Y esto tiene y tendrá muchas repercusiones a lo largo de muchos años más.

A parte de la pandemia hay otro tema universal y de igual importancia: el respeto. Cada fase de la vida tiene su importancia fundamental en el desarrollo de nuestras capacidades y felicidad futura.
Exigir que un niño se comporte, piense y comprenda como adulto, claramente no es agradable, no está indicado y tampoco es saludable.

Hagamos que lo que sea necesario para la infancia sea vivida en la infancia

No puede ser diferente con un adulto, porque los niños crecen, ¿verdad? se transformaron en adolescentes y luego en adultos. Cada fase tiene sus requisitos propios.

El adulto, por ejemplo, necesita un equilibrio de rutina para sentirse productivo e insertado. Y aquí, vale la pena hablar una vez más sobre lo que hemos estado discutiendo en las redes sobre la necesidad de que los adultos tengan vidas que contemplen el autocuidado.

Y finalmente, y no menos importante porque es el «fin» del desarrollo humano (o más bien, la última fase), la persona mayor no es un niño (o un adulto o un adolescente). Con respecto al envejecimiento, es importante recordar que hay una disminución, pero no una regresión; Lo que puede confundirse con la regresión es la discapacidad que viene con los trastornos cognitivos avanzados. Porque en estos casos, son los temas simples y los que recuerdan a otra época, los que el cerebro puede reconocer. Depende del cuidado y la experiencia de quienes se preocupan por guiar y ser guiados a este respecto para que todo se lleve a cabo de la manera más adecuada al nivel de comprensión y funcionalidad.

¡Evitemos la infantilización del adulto mayor!

De todos modos, niño es niño, adulto es adulto y anciano es anciano. Y la intergeneracionalidad es algo precioso y siempre debemos intentar  que estas fases se complementen entre sí. Después de todo, cada fase tiene su importancia y en toda inserción social es necesaria.
¡Que sigamos cuidando a cada uno respetando la fase en que están (y siempre con mucho amor) sin importar la edad!

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