¿Quién asocia el envejecimiento a algo más negativo: hombres o mujeres?

El envejecimiento es un tema bastante abordado en nuestra comunidad Reab. Sabemos que cualquiera puede envejecer… como decía Groucho Marx: «Para envejecer todo lo que tienes que hacer es vivir lo suficiente.» Y esta es la pura verdad.

Pero un reciente estudio confirma que los hombres se sienten mejor sobre el envejecimiento que las mujeres. ¿Esto te sorprende? Algunos afirmarán que no. Y pueden pensar que está relacionado con la cuestión estética por el hecho de que las mujeres (de forma bastante generalizada) se preocupan más con su belleza, su cuerpo y son el objetivo de la mayoría de los elixires y productos antienvejecimiento;  o sea que pueden ser más presumidas que los hombres (resaltando que no estamos intentando entrar en el campo de los géneros o estereotipos). Pues los que han pensado de esta forma, están completamente equivocados. Y te contaremos porque.

Un estudio del Instituto Nacional de Investigación de la Población y la Seguridad Social de Tokio, publicado en la revista PLoS ONE analizó la disparidad de género en las actitudes individuales hacia la longevidad en Japón.

Sabemos que la longevidad es considerada un logro de la salud pública y del desarrollo social de un país. En Japón, una de las sociedades más envejecidas del mundo, el porcentaje de personas mayores (> = 65 años) en la población general ha alcanzado el 28% en 2018 y se espera que supere el 38% en 2065. El promedio de vida la expectativa continúa aumentando durante las últimas décadas y ha alcanzado 81,3 años y 87,3 años para hombres y mujeres en 2018, respectivamente.

El estudio tuvo como objetivo examinar si y cómo la disparidad de género está afectando la anticipación individual a la longevidad entre los ciudadanos japoneses. Para esto usaron datos de la Encuesta Nacional sobre Seguridad Social y Vida de las Personas implementada en 2017 para calcular las razones de probabilidad (OR) de la anticipación individual a la longevidad.

Las características demográficas que entraron en el estudio fueron:

  • El género
  • La salud física y mental,
  • La experiencia del cuidado de enfermería para los ancianos,
  • Las condiciones económicas y
  • Las redes de apoyo social

Los resultados comprobaron que los hombres asumen el envejecimiento como algo más positivo que las mujeres pero vamos a evaluar los hechos.

anciana soledad

¿Por que el envejecimiento de las mujeres puede ser más negativo?

  • Las mujeres tienen una esperanza de vida mucho más larga que los hombres, pero no necesariamente más saludable;
  • Las mujeres en su vejez tienen más probabilidades de enviudar en comparación al otro género;
  • Las personas que viven solas están expuestas a mayores riesgos de sufrir consecuencias para la salud física y mental y a la falta de apoyo social y financiero ( las mujeres viven peor la soledad no deseada que los hombres);
  • Las mujeres tienden a «aguantar» más tiempo una discapacidad o enfermedad que los hombres;
  • Hay muchas desventajas de género que se acumulan a lo largo del curso de la vida de las mujeres
  • Las mujeres trabajan más con el cuidado de ancianos que los hombres (este punto lo explicamos mejor abajo).

Los resultados reflejaron que aquellos que tienen la experiencia de cuidar a los ancianos en la actualidad o anteriormente, tienden a tener menos probabilidades de tener una respuesta positiva. La experiencia de brindar cuidados puede traer influencias tremendas y duraderas sobre la salud física y mental, la calidad de vida, la productividad / ingresos y la vida social. Los cuidadores de ancianos, enfermos y discapacitados pueden experimentar pérdida de poder, estatus y respeto, lo que resulta en disparidades financieras y de salud subsiguientes a lo largo de la vida y en la vejez.

La pregunta que queremos hacer es:

¿La longevidad sigue siendo una bendición?

En una sociedad muy envejecida como la que encontramos en Japón,  ¿la longevidad sigue siendo una bendición, qué influencia el valor social con respecto a la duración de la vida? Hasta ahora, rara vez se han realizado estudios empíricos para resolver estas cuestiones esenciales relacionadas con la salud y el bienestar de la población.

Vale resaltar que, como comentado anteriormente, el estudio  fue realizado como autoinforme y con muchas análisis empíricas. Es importante leer cualquier estudio sobre el envejecimiento con ojo crítico.

Evaluando de forma crítica no necesariamente las mujeres pensarán de forma negativa sobre el envejecimiento – y esto hace parte de nuestra lucha, ya que intentamos aportar factores positivos a la longevidad. Pero hay que dejar claro que el estudio nos hace reflexionar sobre hechos:

«Puede ser que los hombres estén más satisfechos con el envejecimiento por la misma razón por la que las personas ricas tienen menos probabilidades de tener una variedad de enfermedades. Su posición privilegiada los protege, así que, por supuesto, son más felices.» O sea, una mujer que tenga tenga un envejecimiento sin enfermedades, con buenas condiciones económicas, sin grandes duelos, seguramente estará tan contenta con su situación como la mayoría del género opuesto.

¿Qué nos aclara o nos confirma esta investigación? Que uno de los principales factores que contribuyen a la mayor satisfacción del hombre en la vejez tiene que ver con la compresión de la morbilidad o la prevención de la enfermedad en la edad avanzada. El estudio muestra que las mujeres padecen más comorbilidades (enfermedades crónicas) que los hombres y esto determina, en gran parte, cómo relatan su experiencia de longevidad. No es lo mismo vivir mucho con salud que vivir mucho estando enfermo.

O sea que lo que importa quizás no sea solamente el género para evaluar la satisfacción en la vejez pero las disparidades de salud de género cobran gran importancia.

En general, los hombres tienen una mayor proporción de declaraciones positivas sobre la longevidad en comparación con sus contrapartes femeninas. Pero nuestra conclusión es:

La salud es el elemento más fundamental del bienestar y primordial para la planificación de la duración de la vida tanto a nivel individual como social, independientemente de género. Vivir una vida longeva con salud física y mental seguramente será positivo para hombres y mujeres.

¿Estás de acuerdo?

Puedes leer una evaluación crítica sobre el estudio en AgingPlace

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