¿Cómo encontrar el equilibrio entre el cuidado de un anciano y las otras relaciones?

La búsqueda por el equilibrio es algo constante en la vida del ser humano. Y cada vez es más demandado este tal de equilibrio: la vida personal, la vida profesional, los amigos, la rutina, las escapadas, el autoconocimiento, la verdad no es fácil entre tantas variables balancear los ingredientes para que todo sepa harmonioso. Pero cuando además de todo esto, se suma que ahora eres cuidador familiar puede que la angustia se apodere de ti por no ver la manera de encontrar este equilibrio del cuál hablamos.

Convertirse en un cuidador familiar es a menudo algo que sucede muy repentinamente o se acerca sigilosamente a una persona.  A una amiga de la familia le pasó que su madre tuvo un problema de salud y comenzó a necesitar más ayuda; ella a principio hizo lo que todos tendemos a hacer: entró en “modo de crisis” y cambió sus prioridades al azar para asegurarse de que satisfacer las necesidades inmediatas. La mayoría de los cuidadores familiares asumen estas responsabilidades pensando que serán compromisos a corto plazo y que la vida pronto volverá a la «normalidad». Pero la realidad es que la prestación de cuidados puede prolongarse durante semanas, meses e incluso años si es el caso de una enfermedad degenerativa como el Alzheimer o el Párkinson.

¿Cómo afecta nuestras relaciones el cuidado de una persona mayor?

Todos aquellos que cuidan a un familiar mayor sabe como las relaciones pueden verse comprometidas, sea por el cansancio, por la falta de apoyo, por el aislamiento en que muchas veces vive el cuidador. Cuando uno comienza esta etapa del cuidar, lo primero que hay que hacer es gestionar el tiempo, la energía y el deseo de mantener las conexiones sociales. Incluso las amistades cercanas que se remontan a años atrás pueden parecer un elemento más en la interminable lista de tareas pendientes de un cuidador. Es normal que los cuidadores dejen de aceptar invitaciones para socializar, acorten las llamadas telefónicas y comiencen a alejarse de sus sistemas de apoyo. Aunque la mayoría trata de comprender las diferentes direcciones en las que está atrayendo a un cuidador, los amigos todavía se cansan de que los cancelen o de que el cuidador domine la conversación. Para cuando se dé cuenta de que le vendría bien una mano amiga o una sesión de desahogo con una taza de café, es posible que descubra que sus amistades se han dañado.

Pero no son solo las amistades que sufren. Los cuidadores conocidos como de la «generación Sándwich», o sea, los que tienen niños a su cargo y padres también, pueden tener aún más difícil porque estarán dividiendo los cuidados entre sus descendentes y sus ascendentes. Además de agotador, sienten que no cumplen bien con ninguna parte, y es común que alguna parte se sienta defraudada.
Ciertamente, para algunos niños no les duele entender que sus mayores necesitan y merecen atención y que deben compartir a sus padres con las generaciones mayores y esto puede ser beneficioso para su crecimiento. Sin embargo algunos tienen abuelos con demencia viviendo con ellos, abusando de ellos verbalmente o incluso físicamente. Otros pueden parecer que “pierden” a un padre por completo a causa del cuidado durante sus años de formación.

Y si hablamos de los matrimonios la prestación de cuidados puede afectar seriamente las relaciones románticas. Muchos cuidadores tienen la suerte de poder comprender a sus seres queridos, pero hay muchos que no cuentan con el apoyo total de sus parejas. El estrés y los sentimientos de abandono pueden llegar a niveles peligrosos, que pueden resultar intolerables para ambas partes. Los matrimonios pueden romperse y de hecho se rompen bajo el estrés de la prestación de cuidados.

¿Y qué se puede hacer?

Muchas veces todo ocurre de forma rápida y no te da tiempo de planificar como gestionarás todos los factores de tu vida; O puede que dejes la nueva rutina dominar tus decisiones sin que cambies las prioridades, es posible que todo lo que alguna vez estuvo en una escala primordial en tu vida, como tu trabajo, tus amigos e incluso tu pareja/ hijos, puedan terminar en un segundo plano. Por esto aunque seas nuevo en la prestación de cuidados, o sientas que se acerca rápidamente en el horizonte o has estado en las trincheras durante meses, nunca es demasiado tarde para reevaluar tus prioridades, hacer algunos cambios para lograr un mejor equilibrio en su vida y repara las relaciones con las personas que amas.

¿Cómo encontrar el equilibrio entre el cuidado de un anciano y las otras relaciones?

Establecer límites para mantener el equilibrio

1 – Ten claro tus principios y prioridades
Lo primero que debes tener claro es ¿Cuánto según tus principios, los hijos adultos deben renunciar a sus vidas para cuidar de sus padres ancianos?

Nadie debería tener que renunciar a su vida por completo para cuidar a un anciano. Hasta porque en la mayoría de los casos, si los padres pudieran pensar con claridad, no querrían que se hiciera ese tipo de sacrificio en su beneficio. Cuando uno renuncia completamente, al final acabará amargado y transmitirá este resentimiento para su familiar.
Para que esto no ocurra, como cuidador debes buscar recursos externos de asistencia y descanso. Deben aprender a establecer prioridades que les permitan brindar una atención de calidad a sus mayores, pero asegurarse de tener tiempo, paciencia y energía para sus hijos, sus cónyuges y ellos mismos. Si esto no se hace desde el principio, romper el patrón será cada vez más difícil a medida que pase el tiempo. Para aquellos cuidadores que aún no han establecido un equilibrio, no es imposible hacerlo después del hecho. Puede ajustar sus contribuciones y expectativas, pero es notoriamente difícil lograr que un adulto mayor acepte el cambio una vez que se haya acostumbrado a una determinada forma de vida.

2 – Involucra a otras personas en el cuidado
Ciertamente, si un anciano se acerca al final de su vida, entonces toda la familia debería poder hacer algunos sacrificios y reunirse para apoyarlo. Pero, si la prestación de cuidados a largo plazo está en orden, es crucial establecer límites en un intento de lograr un equilibrio. Si no pone límites a sus deberes, todas las relaciones involucradas se verán dañadas, incluso la relación con la persona que lo atiende. Los cuidadores que sienten que han renunciado a todo por los demás eventualmente descubrirán que nadie realmente obtuvo lo que necesitaban. Divide las tareas junto a otros miembros de la familia o amigos. Necesitarás tiempo para ti y para tus relaciones.

3 – Busca Apoyo fuera de la familia
Hace décadas, cuando las mujeres ingresaron a la fuerza laboral, hubo debates en curso sobre si un equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal era posible para ellas. Las discusiones se centraron en hacer malabares entre ser una buena esposa, una madre cariñosa y una empleada productiva. Hemos recorrido un largo camino desde entonces, pero la gente todavía lucha con las crecientes responsabilidades familiares, laborales y sociales. A medida que las personas viven más tiempo, se ha agregado una tarea nueva y abrumadora a esta lista tanto para hombres como para mujeres: el cuidado de los ancianos.

Los cuidadores deben buscar apoyo, no solamente dentro de la familia, pero en instituciones, junto al gobierno, órganos relacionados con el cuidado. Compartir experiencias y momentos con personas que también pasan por algo similar puede ser enriquecedor.

Independientemente de si eres un cuidador familiar, una persona mayor que necesita ayuda, el cónyuge de un cuidador o un amigo de un cuidador, la idea que queremos pasar es que debemos esforzarnos por ser amables y apoyarnos unos a otros. El entendimiento mutuo contribuye en gran medida a fortalecer nuestras conexiones. En las relaciones genuinas, las familias y los amigos superan las pruebas y tribulaciones juntos incondicionalmente. Las cosas no son unilaterales: ambas partes se turnan para tomar las riendas, hacer concesiones y sacrificios el uno por el otro. Como cuidador, si no cuenta con el apoyo total de una persona a pesar de sus mejores esfuerzos por permanecer cerca, entonces tal vez su vínculo no sea tan fuerte como pensaba originalmente. Esto puede ser doloroso, pero comprenda que también puede liberarlo.

Fuente: Agingcare

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