Cómo comunicarse con una persona mayor que ya no puede hablar

Un amigo me contó que su abuela, que tiene demencia, ya no hablaba y estaba siempre con enfadada o un poco agresiva con las personas que le cuidaban; hasta que a su abuelo se le ocurrió meterse en la cama con ella y abrazarla, acurrucarla durante un largo tiempo. Curiosamente después de eso ella se volvió más dulce y solía estar más dispuesta a interactuar aunque no hablase.

¿Por qué comentamos esta historia? Sabemos que la necesidad de contacto e interacción humanos comienza al nacer y nunca desaparece. Pero con el tiempo puede volverse cada vez más difícil o imposible entablar una comunicación bidireccional a medida que envejecemos. Es importante no olvidar que existen otras formas de comunicación y que nuestro deseo de conexiones interpersonales permanece siempre.

Muchos de nosotros cuidamos a personas que con el pasar del tiempo ya no pueden comunicarse con nosotros.

Las personas mayores pueden perder la capacidad de hablar o comprender el lenguaje, una afección conocida como afasia, debido a dolencias como accidente cerebrovascular, enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson o lesión cerebral. Hay muchos tipos de afasia y la gravedad de los síntomas varía de una persona a otra. Sin embargo, incluso las deficiencias menores en el procesamiento del habla y el lenguaje pueden ser muy frustrantes tanto para los cuidadores como para los pacientes.

Ambas partes tienen el deseo de comunicarse, pero sus habilidades simplemente no se alinean. Cuando los cuidadores y otros miembros de la familia visitan a un anciano y lo ven en un modo que no responde, tienden a sentarse en silencio o mirar la televisión para escuchar un poco de ruido de fondo, viendo incómodamente el tic-tac del reloj. En situaciones como esta, los cuidadores sienten que solo están dedicando tiempo, por así decirlo. Muchos incluso sienten que no sirve de nada visitar a alguien que no puede comunicarse, especialmente si se olvidan de la visita más tarde de todos modos.

Nos alegra decir que aunque esto sea una creencia común,  la realidad es muy diferente. En pacientes con enfermedades crónicas, progresivas y condiciones de salud terminales, se dice que la audición es el último sentido en fallar. Y el tacto es otro de estos sentidos que se mantienen. O sea aunque uses solamente estos dos sentidos para comunicarte con una persona que ya no habla puedes lograr cambios muy positivos en la relación.

El poder del lenguaje no verbal

Puede que no hayas reflexionado sobre la importancia del lenguaje no verbal. Una persona que antes hablaba y ahora ya no puede hablar se vuelve muy vulnerable, por no poder comunicar lo que siente bien o expresar malestar, dolor, deseos o necesidades. Sentirse tan aislado puede llevar a comportamientos difíciles, cambios de humor y depresión. Es crucial tanto para los cuidadores profesionales como para los cuidadores familiares tomarse el tiempo para conectarse con las personas mayores que no se comunican de cualquier manera posible, incluso si no se obtienen resultados visibles.

Lee más sobre esto en: Alzheimer: Cuando la comunicación corporal se hace más importante que la verbal

Si cuidas a alguien que ya no habla, busca cambios sutiles en el comportamiento, la expresión, la respiración y la postura para ver qué debe continuar o qué debe cambiar. Usa el tacto como tu aliado. Ten la costumbre de decirle siempre lo que vas a hacer antes de partir a la acción. Por ejemplo, puedes comentar: «Ahora voy a frotar loción en tu brazo. ¿Eso te gusta? o, «Te voy a dar un abrazo porque significas mucho para mí». Simplemente mantén la conversación con tono relajante y un toque ligero.

Pero no todas las personas le gustan que les toque, y esto puede cambiar de un día a otro. La observación es la clave. La terapia del tacto puede ser un simple gesto como tomarse de la mano, pero ayuda mucho a demostrarle a una persona mayor que alguien está físicamente ahí para él e interesado en su bienestar.

Incorpora el hábito de tener conversaciones con la persona aunque solamente hables tu. Cuando las interacciones son tan unilaterales, puede parecer que estás hablando con la persona, pero esta conexión sigue siendo beneficiosa. Un poco de práctica puede ayudarlo a superar la incomodidad. Puedes hablar sobre temas del cotidiano, sobre lo que está sucediendo en su vida o de las novedades de los miembros de la familia extendida. Hable sobre cosas familiares, como amigos o eventos pasados ​​que recordarían con placer. Lo importante es mantener el tema ligero y optimista.

Usa la música como herramientas de comunicación
El poder de la música es transformador como vimos aquí. Escuchar música puede ser un pasatiempo curativo para las personas mayores no verbales.
Si la persona mayor disfrutaba de la música antes, seguramente este hábito seguirá siendo de su agrado. Encuentra la manera de que pueda escuchar sus géneros, artistas o canciones favoritos. Descubre las músicas que funcionan mejor según su estado de ánimo y ya verás como todo fluye.

Usa la lectura en la comunicación no verbal. A algunas personas mayores les puede gustar que les lean. Puedes encontrar sus libros favoritos y leer uno o dos capítulos en voz alta cada día o durante cada visita, según su nivel de disfrute. Observa al leer si hay signos de satisfacción. El sonido de tu voz puede ser todo lo que importa.

Como ves, encontrar la manera de comunicarse aunque sea sin hablar es muy posible. Lo que más importa es la persona y los momentos memorables que aún le puedes proporcionar. Un Masaje ligero con una loción o aceite perfumado, tomarse de la mano, leer, cantar, tocar música, orar en voz alta, todas estas cosas agregarán calidad a sus visitas. Estas opciones definitivamente superan estar sentado allí, mirando el reloj y preguntándose si solo está perdiendo el tiempo, ¿verdad?

Fuente de Inspiración: Aging Care