¿Cómo se convierten los juegos infantiles y/o para adultos publicados en las redes sociales en actividades terapéuticas?

Miles de actividades se pueden encontrar hoy en las redes sociales de profesionales y familiares. Los profesionales de la salud y la educación publican actividades que tienen potencial como herramienta para el desarrollo de habilidades y conocimientos pedagógicos. Los miembros de la familia, a su vez, divulgan actividades que realizan con sus hijos y parientes para estimular desde los momentos familiares hasta las funciones mentales.

Todos publicando, cambiando ideas y/o aplicándolas. Sin embargo, no es raro o imposible ver el uso del mismo material, actividad o juego en un perfil profesional y en un perfil social, ¿sabe por qué? Debido a que todo el desempeño de una actividad, ya sea la actividad más simple o el juego más complejo, tiene el potencial de volverse terapéutico siempre que sea analizado y adecuado para este propósito.

A principio parece un proceso simple que va junto con una práctica lista de verificación, pero involucra una gama tan inmensa de variables que necesitaríamos una lista de referencias bibliográficas aquí para explicar. Estas variables de manera MUY pero MUY resumidas tratan sobre quién, cuándo, qué, dónde, con quién y en función de qué. Cada una de estas variables tiene una multitud de otras variables conectadas que se parecerían a una enorme telaraña donde podríamos estar atrapados durante mucho tiempo para comprender solo un punto de la telaraña.

Y es aquí dónde entra un profesional calificado que tenemos que aplaudir porque están capacitados para hacerlo con maestría que «solo unos pocos años de graduación» y una pila de libros resuelven: el terapeuta ocupacional. La actividad que éste analiza, adapta y usa va mucho más allá de los objetos concretos (incluso analiza como «administrar el dinero»), pero también los incluye.

Pero seamos honestos y justos: actualmente existen muchos otros profesionales que pueden establecer relaciones entre tareas, productos y sus potenciales terapéuticos. Por esto vemos que los «juegos» se convierten en el centro de una sesión terapéutica de diversas especialidades, con niños y ancianos.

En las terapias que usan estos recursos que parecen «tontos», nos enfrentamos a una situación en la que hay alguien que está en terapia para lograr ciertos objetivos (a corto, mediano y largo plazo), un profesional que conoce la esencia de su profesión y cómo puede ayudar, y un contexto único que es el entorno terapéutico (el entorno donde ocurre este proceso).

Resumiendo la reflexión (y espero que sea esclarecedora): es con el apoyo de profesionales que los mismos juguetes, actividades y juegos publicados en los perfiles de redes sociales de forma divertida acaban convirtiéndose en actividades terapéuticas que pueden ayudar mucho más de lo que imagináis.