La arteterapia es una práctica terapéutica que utiliza recursos artísticos, como bellas artes, música, danza, teatro y demás, para promover el autoconocimiento, la reflexión, la ruptura de paradigmas y el bienestar.
La práctica de la terapia del arte, independientemente de la edad o el contexto sociocultural, moviliza los contenidos internos del individuo facilitando su conciencia de una manera ligera, fluida y agradable sin acentuar los dolores, y su proceso de evolución ocurre a través del desarrollo del potencial creativo.
Cada individuo es creativo, esta característica es inherente al ser humano desde su nacimiento. A medida que el niño crece, muchos pierden su sensibilidad, miran más allá de lo obvio, y sus miedos y miedos de por vida los convierten en traumas, haciéndolos rehenes de sí mismos.
Regina Chiesa, arteterapeuta y educadora de arte, en su libro «Mandalas: Construyendo caminos: un proceso arteterapéutico» (p. 38,39), afirma que la terapia de arte se basa en la creencia de que el proceso creativo involucrado en la creación de arte es curativo y incrementa la calidad de vida. Crear y comunicar arte es un proceso que, cuando se realiza junto con un terapeuta de arte, permite a cualquiera ampliar su conciencia. Y entonces enfrenta sus síntomas, su estrés y sus experiencias traumáticas con habilidades cognitivas mejoradas, y luego disfruta de los placeres de la vida artísticamente creativos.
Trabajar con personas mayores es algo muy gratificante y sorprendente al ver que el Arte en el proceso terapéutico, independientemente del grado de demencia, dialoga directamente con el inconsciente, por lo que, aunque muchos carecen de la conciencia, la lucidez del acto creativo en sí mismo, proporciona reflexiones hacia el autoconocimiento.
Hacer hincapié en el proceso de envejecimiento es pensar en el camino singular, comprenderlo, descubrir las cicatrices del tiempo, ya sean físicas o psíquicas, y ser coherente, respetar las limitaciones motoras y cognitivas, al tiempo que proporciona a la persona anciana una conducta más esclarecedora de su vida en el presente, brindándole bienestar.
Por lo tanto, el potencial creativo terapéutico llega a desatar estos nudos, empoderando al individuo, fortaleciéndolos y facilitando la integración de la mente y el cuerpo a través del acto creativo de expresar, conectando con su niño interior, su esencia sagrada, su esencia.
Leny Goes
licenciada en Interpretación de Artes Escénicas | «Universidad Federal de Ouro Negro» | Facebook: facebook.com/darleny.goes
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