Cada 18 de febrero se celebra el «Día Internacional del Síndrome de Asperger», desde 2007. Como todo en la historia del autismo y de Asperger, esta fecha especial es reciente. El 18 de febrero fue elegido en memoria del nacimiento de Hans Asperger, este austriaco fue el primero en describir a Asperger como «Psicopatía autista» en 1944. El Síndrome de Asperger forma parte de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA).
Según la Confederación Asperger España, «El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que conlleva una alteración neurobiológicamente determinada en el procesamiento de la información. Las personas afectadas tienen un aspecto e inteligencia normal y, a veces, superior a la media. Presentan un estilo cognitivo particular y frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas. Este trastorno se manifiesta de diferente forma en cada individuo pero todos tienen en común las dificultades para la interacción social, especialmente con personas de su misma edad… El síndrome de Asperger supone una discapacidad para entender el mundo de lo social, que da origen a comportamientos sociales inadecuados proporcionándoles a ellos y sus familiares problemas en todos los ámbitos.»
En nuestra sociedad los abuelos están asumiendo un papel cada vez más importante en la vida de sus nietos. Recogiéndoles de la escuela, cuidándoles hasta que sus padres regresen del trabajo… en resumen, los abuelos son parte del apoyo de la familia moderna.
Pero, ¿qué sucede cuando el nieto tiene el síndrome de Asperger? En este contexto, las cosas pueden ser complicadas para una persona mayor.
Es importante que los abuelos también tengan información y el perfecto entendimiento de que su nieto es simplemente diferente, ni peor ni mejor, sino diferente. Y esa diferencia, necesita adaptación en la forma en que interactúan con él. El Asperger se trata de un mundo misterioso y que intimide a veces, pero no hay que tenerle miedo. Incluso si cómo abuelo o familiar te sientes triste o decepcionado por el diagnóstico, ten en mente que saberlo es lo mejor, pues sólo así podrás actuar como es debido y ayudar de verdad.
Para ser útil a este respecto, Nancy Mucklow (periodista y madre de un niño con síndrome de Asperger) escribió un «manual» con la esperanza de ayudar a los abuelos de niños diagnosticados con el síndrome de Asperger. Un texto sencillo, resumido y útil realizado con el apoyo de la Asociación Asperger de Asturias. A continuación separamos algunos párrafos para que puedas ver un poco como es este «manual» escrito para los abuelos. Se basa en preguntas claves y textos explicativos.
¡Ah, y al final de esta publicación tienes el enlace para descargar la guía completa para los abuelos!
«¿Es tan diferente mi nieto o nieta?
Como abuelo, usted baraja un montón de interrogantes. Pero de la mano del desconcierto viene la oportunidad de involucrarse cuando le necesitan de verdad.
Los niño/as con síndrome de Asperger necesitan a su lado personas que no les critiquen o discriminen por sus diferencias. No necesitan jueces, necesitan abuelos afectuosos, que les acepten tal y como son, y construyan un lugar para ellos en sus vidas.
Si consigue llegar a él, con comprensión y afecto genuinos, su nieto/a salvaguardará esta relación durante toda su vida»
» ¿Y qué si no hace lo mismo que los otros niño/as? Está adelantado, es maduro para su edad…
El comportamiento poco infantil no significa que el niño/a sea demasiado inteligente para la plastilina y los columpios. Aunque sea inteligente, necesita aprender las destrezas inherentes al juego, porque jugando es como los niño/as aprenden sobre las cosas, la vida y sobre ellos mismos.
«Entonces, ¿Cómo abuelo, qué puedo hacer por ellos?
Haga preguntas sobre las terapias del niño/a. Sea entusiasta y optimista. Hágales saber que piensa que ellos están haciendo una gran labor. En otras ocasiones escúcheles pacientemente cuando tengan decisiones difíciles que tomar, o simplemente cuando necesiten contarle a alguien lo duro que ha sido el día»
Aprenda a escuchar al niño/a cuando diga que no quiere hacer algo. Hay muchos niño/as que estarían encantados de pasar un par de horas en un mercadillo, por ejemplo, pero piénselo dos veces antes de llevar a un niño/a con Asperger a un sitio así.
Acomódese a sus necesidades, o corra el riesgo de echar a perder su tiempo en común.
¿Quieres saber más? ¡Descarga aquí la guía completa para los abuelos!