Alzheimer: el desconfinamiento también es un generador de emociones

En cuanto parte del mundo sigue manteniéndose dentro de casa, confinados, otra parte están adaptándose a la nueva normalidad, a vivir entre las ganas de disfrutar y el miedo de los rebrotes y de que todo vuelva a encerrarse.

Esta situación nos genera muchas emociones y de diferentes maneras. Y si cuidamos a algún familiar con Alzheimer, estas emociones pueden complicarse todavía más. Hemos dividido la situación de forma genérica en 2 momentos principales (puede que no te encuentres totalmente en ningún de estos pero es un abordaje orientativo)

Durante el Confinamiento:

    • La Inseguridad de no saber qué iba a suceder;
    • La Preocupación sobre cómo nos íbamos a adaptar a la nueva situación;
    • Las Alteraciones en nuestra rutina y en de nuestro familiar con alzheimer;
    • La Adaptación al teletrabajo, a la escuela en casa y a tener a nuestros familiares mayores siempre en casa porque han dejado de ir a los centros de día y a los talleres de estimulación cognitiva o de memoria;
    • Esfuerzo por empezar una nueva etapa donde las terapias y la estimulación debe ser hecha en casa;
    • Nerviosismo y ansiedad por los cambios de comportamiento de cada miembro de la familia; en el caso de las personas con alzheimer muchos han sufrido descompensaciones de la enfermedad, provocando trastornos de conducta como la agresividad, alucinaciones, ideas delirantes o conductas intrusivas entre otras;
    • Cuestionamientos y auto exigencia con uno mismo y más aún si hemos tenido al nuestro ser querido aislado en las residencias sin recibir visitas;
    • En casos más complicados, duelo por la muerte de un familiar aislado víctima del covid-19.

Entiendan que después de vivir meses pasando por estas emociones volver a salir puede desencadenar nuevos efectos inesperados. Es probable que tengamos una sensación de temor, incertidumbre o ansiedad por este nuevo cambio de rutina. Y muchos pueden preguntar: ¿Y no era esto lo que queríamos?

Lo que de verdad nos gustaría era volver atrás con el conocimiento de ahora… sin que hubiera existido este virus o pandemia. Sensaciones que podemos tener durante el desconfinamiento:

  • Temor o angustia frente a la nueva realidad
  • Estimulación de pensamientos negativos debido al miedo de que nos contagien o que contagiemos a otros
  • No lograr adaptarnos a cumplir con las restricciones
  • Cansancio y frustración por tener empezar desde cero la adaptación del familiar con alzheimer a la nueva rutina

Ahora lo más importante es:

¿Qué podemos hacer para que como familiares o como persona con alzheimer podamos adaptarnos de la mejor manera a estos cambios?

  • Exponerse poco a poco a la situación que te está generando miedo o angustia puede ser la mejor solución para superarlo;
  • Tanto las salidas como los reencuentros deben ser hechos de manera gradual: empezar con pequeñas salidas, al parque, a la panadería del barrio, siempre cerca de casa;
  • Los reencuentros son muy importantes pero deben ser siempre en grupos reducidos con familiares, vecinos o amigos;
  • Entender que si el reencuentro es de la familia con un pariente con Alzheimer puede que la situación de este haya empeorado durante el aislamiento social y debemos estar preparados para empezar desde cero;
  • Hacernos una idea de que el reencuentro con una persona con Alzheimer debe ser hecho con prudencia analizando si aún nos reconoce, intentado ganar su confianza con tranquilidad. Hay que prepararse para no ser reconocido;
  • Evitar demasiadas conversaciones con el familiar y no hacer preguntas para obligarle a usar la memoria (puede que efectivamente no las pueda contestar).

Aquí vamos a usar una vez más de la empatía: la reacción que una persona con alzheimer tendrá al reencontrarse con la nueva rutina y con personas que han estado lejos durante varios meses dependerá de muchos factores pero sobretodo del estado en que se encuentre actualmente. No hay que forzar intentando recuperar el tiempo perdido.

“¿Cómo se debe hacer? Poco a poco. El volver a vernos, el empezar de cero, estar atentos a sus reacciones será clave para recuperar lo perdido.”

Recordemos que hay muchas maneras de comunicarnos, y la emoción es una de ellas. Puede que cuando nos encontremos, no recuerden quienes somos o nuestro nombre, pero sí es posible que notemos nuevas emociones y una manera de comunicarse más allá de las palabras.

Fuente: Alzheimer Catalunya Fundació