Actividad con significado emocional: ¿A quién quiero abrazar?

Este ejercicio fue pensado especialmente para ellos: ¡personas mayores! Pero la verdad  puede ser hecho por cada uno, independientemente de la edad.

Antes puede que nos pasase el tiempo sin percatarnos de todo lo que llevamos sin abrazar a las personas que queremos y no viven bajo nuestro mismo techo. Sin embargo, en la situación actual de confinamiento, parece un sueño volver a dar abrazos a nuestros seres queridos. ¡Y esto sin pensar en los múltiples beneficios que tiene el Abrazo en sí!

Y nos encanta cuando las actividades se llenan de significado que pueden ayudar a reestructurar la rutina tan importante en nuestras realidades (y aún más si viene cargada con una propuesta de afecto). La actividad es simples y consiste en hacer Una lista de personas a las que quieres abrazar cuando todo este confinamiento acabe. ¿Hacemos una juntos?

Como cuidador o familiar puedes usar este momento que estimula las funciones relacionadas con la memoria, para también abrir la puerta para el momento de escuchar al otro. Y esta escucha puede guiarte a otras actividades importantes en la reestructuración de esta rutina.

– Saber con quién el mayor está preocupado, con quién quiere contactar y qué actividades puedo insertar en la rutina que estimula funciones cognitivas significativas.

Estas son preguntas que pueden estimular la atención personalizada en la creación de actividades diarias y la participación en ocupaciones significativas. Después de todo, es diferente sentarse a escribir una lista de frutas y una lista de personas a las que queremos.

Te vamos a dar el ejemplo de la abuela de Ana de reab.me que ya ha transformado la lista de «Quiero abrazar» en acciones diarias de escribir cartas a cada una de estas personas. Esto es entrar en la rutina: comunicarse de tantas maneras como sea posible con aquellos que le importan; escribir, «organizar» un mensaje.

Otra idea que surge de esta lista de abrazos: proporcionar estas reuniones virtuales durante la semana, incluida la creación de una lista de preguntas para cada una de estas personas. Ejemplo: ¿Quieres abrazar a Laia? ¡Bien, apuntamos aquí en el calendario para llamarla mañana por la tarde! Vamos a pensar en qué podemos preguntarle.
– ¿Qué tal si escribes lo que quieres saber y cuando hablemos con Laia usamos esta lista de preguntas como un «recordatorio»?

Ten en cuenta que esta puede ser una estrategia útil para quienes se preocupan y para el profesional que acompaña a las personas mayores a pensar en actividades con dinámicas significativas. Y, para los ancianos en particular, esta estrategia más amable puede ayudarles a no sentirse «con la memoria probada». Y, quién sabe, crear un momento de felicidad. Y realmente necesitamos nutrir la felicidad en los ancianos. ¿Estás de acuerdo?

«Los abrazos son la única forma física conocida que tiene el ser humano de parar el tiempo» Risto Mejide

¡Que pronto volvamos a abrazarnos!